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Ven a beber

     

Venid a mí, dice el Señor, y hallaréis descanso para vuestras almas.
Porque no hay otro lugar en el cielo ni en la tierra en donde se puede encontrar descanso para vuestras almas.

Hermanos, sólo en Dios puede encontrar una paz duradera, una paz que sobrepasa todo entendimiento, una paz que calmó la tormenta en el mar de Galilea.
Jesús dijo: "Calla, enmudece" y la tormenta cesó y el mar se calmó.
Sin la paz que fluye como un río desde el Trono de Dios, la vida se convierte en un lugar de tormento y la sensación de tensión interna se vuelve abrumadora.

Con sólo entrar en la Presencia del Señor, nuestro Dios, la paz, la verdadera paz, se restaura.
Jesús dijo: "Mi paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da, yo os la doy. "

El río de la paz fluye libremente desde el Trono de Dios.
Ven todos los que estáis sedientos y beba.

© 01/29/2001 Jim Welch
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